Cuando la pareja se rompe, sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene es de pánico. Un miedo atroz al cambio, a la pérdida de control sobre nuestras vidas. Un miedo atroz a estar solo. Y cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevar a un lugar mejor. Hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo más importante en esta vida, es saber volar solo.